¿Cansado de pensar en el impacto de la inflación en su cartera? No es el único. Pero le guste o no, la subida de precios sigue siendo una cuestión económica y -con la carrera presidencial- política a medida que nos adentramos en los primeros meses de 2024.

La Conversación preguntó a dos economistas financieros, D. Brian Blank de la Universidad Estatal de Mississippi y Brandy Hadley de la Universidad Estatal de los Apalaches, qué opinan del informe sobre la inflación que se publicó el 11 de enero de 2024, y si podría llegar un momento antes de que pase mucho tiempo en el que todos podamos dejar de preocuparnos por el aumento de los costes.

¿Fue mayor o menor la inflación en diciembre de 2023?

Ambos, por desgracia.

Los economistas tienen muchas maneras de medir cómo cambian los precios con el tiempo. Dos medidas clave son la inflación general o “general”, que sigue los precios de una cesta de bienes y servicios, y la inflación “subyacente”, que sigue muchos de los mismos artículos pero excluye los que tienen precios inusualmente fluctuantes, como la gasolina.

En el informe del 11 de enero de la Oficina de Estadísticas Laborales, que midió cuánto cambiaron los precios en diciembre de 2023, estos indicadores se movieron en direcciones diferentes. En otras palabras, el más alto, el IPC subyacente - abreviatura de índice de precios al consumo - bajó de una tasa anual del 4% en noviembre al 3,9% en diciembre. Y la más baja, la inflación general, subió del 3,1% al 3,4%.

Mientras que anteriormente los precios rebajados de la ropa, el alcohol, los vehículos nuevos y la gasolina invirtieron el rumbo en diciembre, la inflación subyacente cayó finalmente por debajo del 4,0%.

Pero, ¿qué significa toda esta confusión sobre la inflación?

Lo que todo el mundo quiere saber es cuándo volverá la inflación a la normalidad, o al menos a acercarse al objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal. Y aunque nadie sabe la respuesta, hay razones para creer que puede ocurrir pronto.

En este momento, la gente debería estar menos preocupada por la inflación de lo que estaba en diciembre de 2022, cuando la cifra principal era del 6,4%. Aunque la inflación sigue siendo más alta de lo que nos hemos acostumbrado en la última década, es mucho más baja de lo que ha sido en los dos últimos años.

Esperemos que esto indique que la Reserva Federal está acercándose al final de su batalla contra la inflación y puede que finalmente baje los tipos de interés a finales de este año. En los dos últimos años, el banco central ha subido los tipos 11 veces para controlar la demanda de consumo y los precios.

Pero sigue preocupando la persistencia de la inflación. Un factor de riesgo es el impacto que tendrán los conflictos en Ucrania y ahora Oriente Medio en las rutas comerciales, como las del Mar Rojo. Otro motivo de preocupación pueden ser los precios de la vivienda, que según el constructor KB Homes podrían subir más este año.

Estas preocupaciones podrían llevar a la Reserva Federal a esperar sólo un poco más para tomar decisiones importantes sobre si aflojar o no los frenos a corto plazo.

¿Por qué subió la inflación general?

La inflación general se situó por encima de las previsiones debido, en gran medida, al aumento del precio de la vivienda.

El alquiler representa una gran parte de la inflación, ya que es uno de los mayores gastos de muchas personas. Sin embargo, el IPC se calcula a partir de los datos de alquiler del último año, lo que significa que los datos van por detrás de los cambios en los alquileres en tiempo real. Además, las estimaciones de alquiler del mercado inmobiliario Zillow están bajando, una tendencia que se espera que continúe a medida que se construyan más pisos este año.

¿Qué le importa a la gente: ¿Los precios o la inflación?

Aunque la inflación se está ralentizando, los costes son un 18% más altos que hace cuatro años y no están bajando, lo que hace que mucha gente sea menos optimista sobre la economía que antes de la pandemia.

Algunos meteorólogos y economistas de Wall Street tienen dificultades para entender las preocupaciones de la gente cuando los mercados laborales son fuertes y la bolsa está subiendo. Aun así, los precios al consumo están cerca de máximos históricos, lo que no entusiasma a la mayoría de la gente ni sorprende a los economistas, dado que los precios suelen subir con el tiempo.

A pesar de los elevados gastos, la gente sigue teniendo cierto grado de renta disponible. El coste de comer fuera sigue aumentando tres veces más rápido que el coste de comer en casa, lo que constituye una de las mayores diferencias registradas y una prueba de que la gente sigue teniendo ingresos para gastar comiendo fuera.

Esto demuestra el desajuste entre el comportamiento del consumidor y las “vibraciones”: Los estadounidenses tienen dinero para viajar e ir a restaurantes, pero siguen quejándose de las tarifas aéreas y los precios de los menús.

¿Cuándo podremos dejar de hablar de inflación?

Puede que tengamos que esperar hasta que la gente deje de sentir los impactos de la inflación antes de que dejen de querer quejarse de ella - y de centrarse en ella - cada mes. ¿Podría la Reserva Federal poner fin a la preocupación por la inflación bajando las tarifas? ¿O necesita mantener las tarifas más altos durante más tiempo? Sólo el tiempo lo dirá.

D. Brian Blank no recibe salario, ejerce labores de consultoría, posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pudiera beneficiarse de este artículo, y ha declarado carecer de afiliaciones relevantes además de su cargo académico.

Brandy Hadley no recibe salario, ejerce labores de consultoría, posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pudiera beneficiarse de este artículo, y ha declarado carecer de afiliaciones relevantes además de su cargo académico.